Antes que cualquier cosa, quiero darte las gracias!
Gracias por ayudarme a ser quién soy hoy día... Por ser, estar, permanecer...
Tu haz sido desde ese momento en que te vi por primera vez, la continuidad misma de la verdad...
Eres de esas hermosas personas raras, que se distinguen de las demás, no por lo que hacen, sino por quién son...
Despierto, y sin registrarlo o esperarlo, vienes a mi mente, desde mis recuerdos... Te imagino sonreír, y sí, sonrío...! Para ser sincero, tienes esa magia en mí... Logras ciertas cosas, aún sin estar presente...
Te vi llegar ese día desde lejos, y tú mirada nerviosa y esquiva, se metió en la mía... Tanto, que incluso, esa misma noche, te soñé! Te vi, nuevamente! Aún más cerca!
Sabes, gracias por ser esa chispa que enciende un motor de sentimientos... Sentimientos que pensé, estaban dormidos, o en su defecto, perdidos... Incluso mira... Estoy escribiendo para tí!
Me tomo este momento para agradecerte, pues, no he tenido el espacio para hacerlo... Al tenerte cerca, solo pienso en no soltarte, y olvido palabras que están ahí, y quedo sin ellas ante ti, ante tus besos, tus abrazos, tus caricias, tus gestos de niña, tu tierna sonrisa, tu calidez, ante tu mirada...
Me enamoré de tu sonrisa y tu mirada, de tu niña interior... Me enamoré de ti!
Toma mis letras como una declaración de amor... De aquellas que hacíamos a escondidas, a través de un amigo, un papelito, diciendo \"¿Quieres ser mi novia?\"...
Te regalo mis letras...
Te regalo mis manos... Aunque, ya te pertenecen...
Deseo decirte a los ojos te amo, y mi declaración de amor!