NO ME IMAGINÉ
Ver bajar lágrimas
como cristales móviles
rodeando tu bella piel.
Las cogeré como flores
transparente de tu alma
para bendecirlas callado
que no sepa tu corazón.
Cuando salga el sol
de mañana en ese prado
con ellas regaré tus flores
secadas en mi cuaderno.
Se creará el milagro
de revivir tus virtudes
el amor siempre presente
bajo la luz de tu alma.
Y en un pocillo de greda
por tu humildad venerada
como cofre de amor
las mantendré guardadas.