El vaso de whisky sin hielo,
la espuma de la última rabia,
el nombre que se volvió maldito,
las letras vencidas
la última desilusión,
la esperanza rancia.
La saliva agria anuncia el malestar,
la arcada como señal,
el frío como paisaje,
el hastío rebalsado,
vomitar..,
sobre las hojas oxidadas,
mirando el horizonte,
en el rincón de los castigados,
cada promesa en mal estado,
la presión rutinaria,
vomitar..,
repentinamente sin guardarte nada,
quedar como vacío..,
sin nada..,
un poco menos hinchado,
tal vez más herido,
mareado dudando de dar el próximo paso,
afiebrado se agita el delirio que me persigue dormido,
aliviado de saber tengo un sueño a que aferrarmé,
unas ganas desesperada por dormir,
levantarse con un clavo en la sien,
la resaca de otro día caníbal,
masticar,
beber,
ingerir la dosis de información exacta para no reventar,
cubrirse de parches cada herida pasada,
que cada tanto vuelve a sangrar,
ponerse la mejor cara,
para no tener que dar información,
hablar poco y asomar una sonrisa,
vomitar ..,
en los laberintos de la vida,
como asqueado,
o tal vez como migas de pan,
sirva para guiarme que ya estuve por estos infiernos.
Daniel Memmo