Me atraes.
Me seduces.
Me provocas
un frenesí en la boca.
Despiertas mis ganas
de devorarte,
de olerte, antes de morderte,
de acariciarte con mi lengua
y te derritas.
¡Dios, como me encantas!
Todo el día y toda la noche,
podría comerte lento, suave,
sin cansarme.
De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )
Publicado el 06/03/19
10:22pm
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