Bajo despacio, sin prisa, todo frio y oscuro, bajo, bajo, bajo; es tan densa la oscuridad que no se puede distinguir nada, absolutamente nada a mí alrededor.
Mi odisea perdura, no es para nada efímera. Mientras desciendo más frio siento, mientras tanto aprecio como el peso de la oscuridad me abriga lentamente.
Descendiente frio carcome lentamente, ya siento fenecer, voy sintiendo poco a poco mi desvanecer; indefinido y oscuro camino, ya no siento bajar, el camino empieza a cambiar, pero la oscuridad aun no deja percatar por donde caminar.
Camino, camino, camino, no sé hacia donde, solo sé que debo mantener el paso, al caminar siento no sentir nada.
Vislumbro al fondo una luz, no corro ni me emociono, solo vislumbro la potente luz brillante.
Alcanzo la vislumbrante luz, no es más que una vieja lámpara al lado de algún lugar; no sé aun donde estoy, solo estoy, estoy en un punto intermedio de no sé qué ni para qué, lo único que sé es que puedo ver dos senderos decaer.
Puedo elegir que hacer , seguir aquel oscuro, largo e indefinido camino hacia el no sentir, donde no se podrá sentir nada, ni cansancio, ni dolor, ni tristeza, ni amor, todo se desvanecerá, y te sumergirás en el jamás.
Puedes escoger volver a enfrentarte al dolor, a la amargura, al desamor, a la esperanza, en pocas palabras, enfrentarte a la vida; tienes que elegir que hacer, el tiempo se acaba y fácilmente puedes desaparecer.
Elije, esto es un feroz juego, pero no cualquier juego, no todos ganan, muchos pierden, juega con cautela, tu rival siempre juega a ganar y a el nadie se le puede escapar.
Efectué mi movimiento, no sé qué sucederán, no sé quién ganará. Largo y tenaz silencio se suele sentir, fugaces luces me rodean y me elevan a gran velocidad, llegué a mi destino, llegué a mi lugar, abrí mis ojos y dije, -Qué gusto verte de nuevo, MAMÁ-.
AUTOR: The Night´s Knight (Junior Peniche)
(República Dominicana)