Para mi amigo Eugenio
Hoy mi palabra golpea melancolías,
a través del silencio aparece,
se multiplica entre las cosas,
entre los retratos y los llantos.
Hoy mi palabra pronuncia soledad,
un tacto que invade la memoria,
dobleces de la fatiga / sombras desnudas,
y una maltratada fotografía.
Hoy mi palabra es exploradora,
retiene los sonidos de tu voz,
tus antiguos resplandores,
tus pasos a lo lejos
se extienden sobre el tiempo.
Hoy mi palabra es un regalo de fuego,
arde tan fuerte entre un extraño sueño,
detrás de todo aquello te encuentras sonriente,
que deleite entonces es el olvido,
tan grande / tan inmenso
tan inconcluso.
Mario Cid
Del libro Cartas y Flores ©