Gaviota.
Sin tu mirar no hay verso, sin tu mirar no hay nada, nada en el vil silencio, nada en la madrugada. Sólo por verte hermosa, yo renuncié al recuerdo, pero, quien es gaviota, siempre recurre al vuelo.
Sin el verdor que hechiza, nada hay en el poema: nada que no repita que eres una condena. Bella como son pocas, agria como no hay par, fue tu mirada en olas… olas del verde mar.
Breve, como una brisa, fue mi ilusión de hombre: fue como la sonrisa que iba a llevar tu nombre. Dije que te amaría, que eras mi luz de olimpo, mas la promesa mía… toda cayó al abismo.
Sin el verdor que hechiza, nada hay en el poema: nada que no consiga ver lo que es una pena. Bella como no todas, dura como no hay par, fue tu mirada en rocas… rocas del verde mar.
Sin tu mirar no hay verso, sin tu mirar no hay nada, nada se cuelga al viento, nada va a la alborada. Sólo por verte hermosa, quise robarte un beso, pero, quien es gaviota, siempre recurre al vuelo.