Si los versos fueran perlas,
Te trenzaría un collar.
Si las rimas fueran seda,
te zurcíria un vestido
y si la poesía fuese nácar
te haría peine divino.
Pero mis versos no son perlas,
las rimas no son de seda,
ni la poesía es nácar fino,
y por esto, sólo te escribo