Ojalá el camino junto al río. Siga siendo igual de verde. Ese retablo de luz y color es mío. Es imposible que no lo recuerde. Porque por allí el río es tranquilo. El agua se mueve sin prisa. Yo camino despacio con sigilo . Y escucho el eco alegre de una risa. Me pregunto hasta donde llegará el marino Que encontrará al final del largo viaje. Nadie sabe que le depara el destino. Va del alma desnudo con su leve equipaje..