Nestor Varela

En la eternidad de una taza de café

¿Vamos por un café?

verás te contaré

mientras suena lento el piano

y se vierte en nuestras tazas

el aroma de estas montañas

que te quiero infinito

que te pienso obsesivo

que no duermo

que te sueño

que te beso

imaginario.

 

¿y si me miras?

mientras la taza aún humeante

entrega su sabor desbordante

en tu boca que la estrecha

torpemente te expondré,

que mis palabras son necias,

pero sus letras salvas,

que lo siento,

que te miento

enamorado…

 

y luciérnagas levantan vuelo

amarillas,

haciéndose estrellas

en mi anhelo confesado

como alas de susurros

con las que te nombro,

cada noche,

al despertar en la penumbra,

que no duermo,

pero que aquí

estando tu a mi frente

y tan lejos,

te miro,

y te siento

y te amo

sempiterno.