Se cree en las deidades o en los mitos,
se le cree a los predicadores y a las promesas,
como se cree en la protección de un crucifijo bendito
y en las personas que se van y que nunca regresan.
He ahí lo curioso de los hechos universales,
que aun ignorándolos, existen en nuestra realidad.
Como la evolución, el bigbang y la gravedad,
así el movimiento diario de la tierra y los anuales.
Y así, aunque a estos términos los separe un trecho,
vamos descubriendo un punto en que estos convergen,
a medida que vos y yo nos involucramos cuidadosamente.
Sin importar que lo creamos, algo entre nosotros sucede, eso es un hecho.
Luis Adolfo Otero