Lágrima mía.
A mí se me partió el mundo, el día que tú te fuiste, se fue una parte del rumbo de aquellos días felices. Se fue tu mar por los ojos, se fue la puesta de sol, la vida se partió en trozos y en trozos todo el amor.
Jamás lloré en esta vida las lágrimas que en ti vertí y nunca hubo un alma herida que fuera tan infeliz. A cada paso el silencio gastando mi corazón y a cada paso el momento que muerde el recuerdo atróz.
Me lleva la madrugada a ver tu verde mirar, que dentro de la cabaña brillaba mil veces más. Me llevas por la marea, me das la sal de tu piel, y todo recuerdo quiebra los sueños de mi querer.
A mí se me partió el mundo, el día que me dejaste: y yendo de tumbo en tumbo, fue aun mayor el desastre. Se fue tu mar por los ojos, se fue la tarde y la playa: y aquel amor tan hermoso que aquí el papel no detalla.
Hoy eres, lágrima mía, instante en cada segundo, la parte que no respira de mi pasar vagabundo. En todas partes te veo y en todas te ríes de mí, y yo me vuelvo al recuerdo de aquel amor infeliz.
Me lleva la caminata, dejando huellas de arena, a aquella playa lejana en donde fuiste suprema. Me llevas por los rincones de tanto beso en tu piel, y miro hacia el horizonte en búsqueda de un porqué...