Yo vi tus ojos en un día de invierno.!
Cuando el sol asomaba su faz lúcida y clara.
Llevaban en su alma la inocencia,
y su corazón una lágrima lloraba.
Y rodaba hasta tus labios tentadores,
y los suspiros te cortaban la mirada,
por esa lágrima no vistes a mis ojos
que aún te buscan al rayar las alboradas.