(I)
Y NUNCA SUPE BEBERLA, SORBO A SORBO...
La belleza...
es ese aire descreído,
que ilumina
toda una vida...
deslazada a su avaricia,
apenas se nos distrae
un impávido segundo...
más allá de toda estrella
desgastada a su vacío.
(II)
APENAS UN SEGUNDO MÁS ALLÁ...
Y morirá mi cuerpo...
como un sauce
quebrado ante la tarde,
de cada una
de sus amarillentas hojas...
triunfante surgirá la vida,
conformándose
silente, etérea
y descuidada...
como el alma
caprichosa,
desgarrada a su latido.