Te seguiré noche y día,
Junto a ti siempre estaré
Y jamás renunciaré
A mi gran melancolía;
Contemplar esa alegría
Que, aunque yo no provoqué;
En mi interior ya acepté
Que jamás tú serás mía;
En la vejez soledad,
Un amor que pide nada,
Sino una limpia amistad;
Darse a la persona amada
Por toda la eternidad
Y jamás condicionada...