El cielo emigrado
cae a plomo sobre el mar
prolonga su encarnadura
de procelosa invisibilidad
elegida por la mirada
para desvelarse
en mi mundo onírico
el sur veloz de los peces de coral
natación amatoria de los ojos desaprendidos
tinta blanca de una página vacía
rapto al que me empuja
la llama histérica de tu invencible máscara
se vencen los pétalos
imantados al azar
en este espejo brújula
que refleja mi gemelo salvaje
relámpago de seca oquedad