Luis M cabrera

El SI QUE TANTO ANHELABA Y LA PERDÍ

Aún cada jueves como hace algunos años aguardo por ti una botella de vino parecida a la vez primera que estuvimos aquí presagia la repetida espera de tu llegada.

El vino como testigo que a cada sorbo que le es ingerido despierta los sentidos y acerca los recuerdos de ese momento, una tarde de otoño tu inmaculada con mirada angélical y hermosos labios.

Si soñara alguna vez mientras aguardo en la silla que revive lo que quiero sentir, tocar tu mano suave mientras juegas con tu pelo en medio del viento en un ambiente soleado y es en este escenario que pienso en el si que tanto anhelaba.

Un sí que sin sentido aparente de la realidad más que atormentarme por la espera cada momento que pasa me fortalece es mi fuerza y mi razón de ser en un sí de tus labios escuchar, y sentido indirectamente dar a nuestras vidas.

En el sol que me alumbra con destellos de la esperanza de esperar tú llegada cada momento en mi morada sin importar el desenlace de lo que debe ser hecho y visto como suceso hoy espero con deseo el sí que tanto anhelaba.

Seré forjador de la más importante historia de amor que hayas pensado jamás si pudiera devolver el tiempo atrás y llenar de ilusión tus recuerdos más profundos y devolverte la alegria y el amor que otro marchito construir un vínculo de lo más abstracto.

Que feliz sería verte nuevamente frente a mi no palidiciente y triste por lo que has elegido al final confío en Dios que proteja tu cariño  como flor de la noche en un futuro soñado, que cobarde fui a no sincerar mis sentimientos para ti.

Ya el vino se acabó cantinero una botella más por favor porque ella merece mi atención tan hermosa como primavera es, pues hoy debo tomar por el sí que anhelaba  de sus labios escuchar.

Que triste es y despierto una gota de agua la causante  me levanto de la mesa no ha vuelto como en veces anteriores esperar el próximo jueves como siempre para soñar su presencia aunque es duro reconocer mi amor que estés muerta.