Ya no te siento mía, porque cada caricia me parece distante,
y cada palabra me suena lejana.
Ya no te siento mía, porque tus ojos dejaron de mirarme con deseo y ternura,
y ahora me miran extraños, vacíos.
Ya no te siento mía, porque tu alma se marchó a otra tierra
y dejó la mía en un lugar desconocido y desierto.
Ya no te siento mía, porque de tu boca salen palabras de amor,
pero no para mí.
Ya no te siento mía, porque dejaste de sentir mis victorias como las tuyas,
y ya no haces de mi felicidad parte de la tuya.