Tu silenciosa testarudez
te aleja de mí vista;
no se traduce en madurez
escapar cómo pájaro en la brisa.
Quédate, enójate sin razón,
cállame, contradiceme;
Si es preciso, ódiame a toda voz.
Pero hazlo a mí lado, aquí,
con todo tu corazón.
Que la soledad que te encadena
a un largo futuro errante,
no aleje a tus amantes,
por miedo a una decepción.
Quiere con toda pasión,
ama con toda locura;
deja que la mágia se desate
en el linde de tu cintura.
No encierres en tu boca,
esas palabras de amor.
que no hay miedo al dolor
que pese más que lo que sientes.
Solo hace falta ser valiente, un instante,
y nada más.