El duelo de pianos expulsando melodías
Mis pulseras sosteniendo mi muñeca
Las hojas secas, del camino, las teclas
que siendo tocadas me hacen compañía
\"¿Por qué está tan solo y triste señor?\"
Preguntó aquella extraña de ojos azules,
de rostro opaco, cual cometió cien errores;
de melena escasa, de voz sin sabor
Se equivoca señorita, no estoy solo
Estoy con aquel que cuenta los minutos
Con el Inseguro, el que siempre está de luto,
pues suicida su esperanza, aunque la ama hasta los poros
Estoy con el Poeta, con el Fatalista
Con el Eternamente Enamorado
Con el sonámbulo funambulista
que sobre \"los sí y los no\" camina atado
Con el que ya no siempre sonríe
Con el que contempla tanto que ya no aprecia
Estoy con el Desnudo, el que no se viste
Con el que calla (solo habla en su cabeza)
Tiene razón, quizás también esté triste
Con ese que visita en desvelos
Y aquella dama no conseguía que la mire
mejor miré el reflejo de los cubos de hielo
pues aquel reflejo era él...
Pero en realidad sólo sonreí
\"Es que me gusta andar solo,
señorita...\"
Le respondí
Y la noche continuó…