Julio Noel

Tarde de oro en la resplandeciente floresta

Tarde de oro en la resplandeciente floresta,

penachos de guata púrpura ornan el azur,

en el edén alegres notas de la oropéndola,

esplendente y sutil muselina de áureo tul.

Límpidos cristales que ya apenas reflejan

los irisados átomos de la tenue luz,

ondas lumínicas que con lentitud se alejan,

brazos de la noche ciñen el inmenso azul.

Poco a poco se extingue la naturaleza,

en el carmesí ocaso el celaje se ve aún,

el silencio escucha el graznido de la corneja

que quebranta el sosiego del plateado abedul.

Delicados aromas a flores y hierbabuena,

notas intangibles de un invisible laúd

resuenan dulces en la declinación serena

mientras se desvanece el azogue del azud.