Las musas no son culpables
de que el poeta se enamore.
Culpa a la persona amada
de lo que al poeta le falta.
Si un poeta se enamora de ti,
aceptarás su parquedad efusiva:
salud te envía quien la carece
si no la entregas y devuelves.
Tendrás que creer en la belleza
que de tan aburrida es divertida,
echar abajo los lugares comunes,
la justicia poética y el arte por el arte.
Él tolerará tus licencias y cacofonías,
ironías y pleonasmos.
Tú su desorden ordenado,
su poema hecho pedazos.
Si un poeta se enamora de ti,
acostúmbrate a ser poema.
Apúrate, antes de que sea tarde.
Demasiado tarde.