Basta ya de las complicaciones de la vida,
saquemos a la calle la mesa y las sillas,
digamos tonterías y soltémonos las risas,
que entre anécdotas se nos cura la agonía.
Olvidemos el tiempo y la noche corta,
pasar entre amigos es lo que importa.
Déjemos enllavado el estrés del oficio
y perdámonos en pláticas sin sentido.
Amenicemos el encuentro con cervezas,
y un paquete de cigarrillos para quien quiera.
Y así hacer de este instante una experiencia casi eterna.
Que la política, la religión y los deportes,
o la filosofía, los aliens y las conspiraciones.
Sintámonos que nos merecemos ser libres,
y terminemos con un \"a ver qué día nos vemos\".
Luis Adolfo Otero