Opa
De lejos te pienso
y te respiro,
Hombre grande
pareces Los Andes en plenitud
erguido y blanco
invernación de los ideales mas sinceros,
del riachuelo cae tu voluntad ciega
a germinar pastizales en decadencia
Plano como papel
nunca pensaste mostrar tu otra cara,
de la que tanto te avergonzabas
pues tu moral
te decía que era incorrecto.
Pero no tenías doble nada,
eras un personaje redondo,
en un mundo redondo
Y esa persona perfecta
que tanto te dedicaste a crear
se derrumbo cuando
te planteaste por primera vez vivir.
Y sí, nunca te pude descifrar.
Tu mente, un maquinar en perfección,
armoniosa y en sintonía
como las cuatro cuerdas del violín,
como las cuatro estaciones de Viváldi
Meticuloso y sistemático,
Predecible pero no tanto.
Escribo hoy,
en el filo de la vida,
en la incertidumbre de la lejanía
Pensando si tendré otro recuerdo contigo,
o si tendré que reconstruir nuevos
como un puzzle sin esquinas,
sin límites, sin fin.
Directamente de la imaginación,
irreal y luego pienso, que no serías tú.
Y lo único que me queda,
es retroceder y repetir
retroceder y repetir
retroceder y repetir
repet-et
hasta que el disco se raye.