( A Isabel)
Y en el silencio donde se encontraban los alumnos,
retumbó atronadora la ausencia de voz,
de la profesora.
Y sentado en el pupitre,
con el contador a cero decibelios,
se encontraba en silencio su alumno favorito,
que era el que más la amaba.
Y viendo que la profesora no podía hablar.
Le dijo a su oído susurrando suavemente:
“contigo aprendemos,
aunque estés callada”
Y ella le respondió en silencio con la mirada,
enternecida ante el alumno que tanto la quería.
Angelillo de Uixó. Basado en hechos reales en clase.