Dicen... que no mereces un día y, sin embargo, yo digo que la eternidad.
Dicen que tus manos son debiles,
yo creo, que roca en la adversidad.
Dicen de tu voz el silencio perverso,
carencias que no quedaron atrás.
La eterna durmiente...
pero yo sé que podrás.
Dicen que lloraste, que amaste y moriste...
Pero yo adoro tú libertad.
Que aún los bisillos esconden tu cara.
Dicen que no puedes!!!
pero yo siento tu hazaña.
Dicen que mueres con voz de guerra,
pero yo veo una flor en tu garganta.
Dicen que aun te cubren las enaguas
pero tú cuerpo desnudo danza.
Dicen que te aprovechas de la noche...
pero yo te amo cada mañana.