Llora mi alma.
Coraje siento.
Por un lado, estoy enamorada.
Por otro, un juguete me siento.
¡Que ingenua!
Que absurdo es pensar
que esa persona en mi se fijara.
Decepciones, decepciones y más decepciones.
Ilusión constante en un mismo horizonte
que me da la espalda y ni se da cuenta
que por él estoy absorta, inmersa,
en un mar que me desliza en sus olas,
y al mismo tiempo, me derrota.
No entiendo.
Y ya no quiero entender.
Solo sé que de él me enamoré
y de luchar ya me cansé.
Él es como el viento libre,
por mi no se va a detener.
¿Qué pensé?
¿Qué sí lo haría?
No. Eso no va a suceder.
Debí a mi juicio mucho caso hacerle.
Sus ojos ya están llenos de alegría
por otra amiga, y yo,
debo irme silenciosa
y dejar que transcurra el tiempo.
Estoy llorando.
¡Maldita sea!
Estoy molesta.
¡Que poca fortuna!
Me enamoré de quien no debí
¿Por qué?
Yo no quería.
Y ahora,
¿qué hago con todo éste amor que siento por él?
Lo peor, es que... creo que todo se lo llevó el diablo.
Como siempre.
De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )
Publicado el 11/03/19
11:14pm
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