en el lente
horizonte sin nitidez
en sus ojos
un eclipse solar
enigma sin final
el miedo lo somete, lo acecha
y el sucumbe ante aquel mal
se encierra en la oscuridad
no busca poder escapar
-si sales, y el resplandor entra
tu enjambre va a incendiar-
musita por su cabeza
aquella luna artificial.
llueven ojos desolados
infructuoso resulta alumbrar
impúdico, aleja sus manos
adusto, se vuelve a encerrar
en la ofuscación sin ocaso
en un pronto crepitar.