Mi pluma se desliza con premura,
y deja trazos llenos de armonía,
son versos cultivados con porfía,
alegres cantos llenos de ternura.
Es fácil inspirarse en la figura
sutil de la mujer con fantasía,
creando cuidadosa melodía
de fina y cadenciosa partitura.
Su ser con singular delicadeza,
deslumbra como un mágico lucero
un broche acicalado con destreza.
Es perla cultivada por joyero
pulida con precisa sutileza,
insignia del cariño verdadero.