Ella se ha despertado
puede observar desde el balcón
la majestuosidad del puente,
con lo que siempre ha soñado,
despertar y observar los grandes edificios,
mostrarse ante esa ciudad,
ir de un lado a otro
desbordando su amor,
en cada calle,
en cada árbol,
susurrando a los pajarillos...
Mientras ella se toma un té,
observa el paisaje,
paz interior es lo que ha encontrado
se ha hecho amiga
de la soledad,
baja por las escaleras y
descubre unas
olas inminentes
debajo del puente
en donde ni el ruido de
la multitud de los autos la perturba.