Cuando se duerma la tarde
cuando se calle hasta el viento
madrugaré con la maleta a cuesta
camino de la estación
esperaré ese tren que hace eco en la distancia
que trae y lleva vagones de recuerdos
transporta penas y esperanzas
y algunas lágrimas también
ya se ve a lo lejos el humo
como estornuda la chimenea
el cielo azul se recrea
paseo por el desierto andén
el alma se llena de congoja
soñando con volver...
Se desliza la tiza sobre la negra pizarra
allí agonizan las palabras
allí nace el saber y se desgarra
la luz del intelecto que quiere aprender
la voz hueca del maestro
que repite las sílabas una y otra vez
sabia es la cultura, si el tonto
no la echa a perder
tranquila la tarde en la escuela
hay un olor a matemáticas en el aire
los números parecen que ruedan
la geografía se pone de pie
los ríos, las cordilleras, sobre el mapa
parecen jirones de tela, el niño se ríe
un buen tirón de oreja ¡Cuanto cuesta aprender !
al último de la escuela, sentado en el banco
con dos enormes orejas, de burro tal vez
es la hora de los deberes para mañana
cinco sumas, siete restas y alguna división
un palmetazo en la mesa del maestro
y a correr gritando los golfíllos
por hoy se acabó la lección...