Ante la perpetuidad de tu presencia
arde mi corazón de amor por ti
palpita tu seno en mis manos
fluye tu calidez entre mis dedos
porque de ti estoy ensalitrado
tierra que me has parido patriota
absorto en este deseo de amarte
visceral entrañable y profuso
si he de morir ha de ser en tus campos
donde crece la yerba silvestre
y el viento esparce una melódica
tonada de labranza.