Como un beso en la boca y de la muerte,
vas repartiendo deseo entre la gente,
la dama de seda, de las noches en vela,
la princesa, mas princesa todavía.
Como el fuego que enciende el titillo,
como el pasillo de villa nueva,
mas vieja, que cualquier ideologia
mas puta, como si ya no lo fueras.
Contigo,
no hay domingos por la tarde,
hay fuego en las venas conjugado con sangre,
habrá silencio después del silencio,
y gemidos después del sexo.
Mas contigo, quien pudiera,
maldita sea la hierba,
maldita voz de la conciencia
maldito este desfile de modas, por un mal sueño.
Y aun que no quiera, soñare que te quiero,
y aun que me muera por ti, nunca seré sincero
el amor jamas sera compartido, a menos de que sea por ajeno,
y brindare contigo, con alcohol para las heridas, mas que con veneno.
L.Aydier