Un beso, un adiós,
un corazón roto de dolor.
Oh, si fuera un sueño
un despertar sin dolor,
pero veo tu carita de pena,
y mi alma llora,
y siento que se apaga el sol,
lágrimas amargas.
Miro al cielo y veo tus ojos como luceros,
y en silencio te digo:
-Háblame a la luz de la luna,
yo seré la noche.