El DIOS JUVENIL

SIEMPRE QUISE MORIRME APLASTADO POR 100 MUJERES DESNUDAS

Cada cierto tiempo da vueltas el mundo, y me encuentro en un escenario harto familiar para mí:
una odisea de botellas partidas y una odisea de besos.
Ella se desviste o pasea por la calle con suaves ataques de nervios.
Ceremoniosamente se despierta conmigo,
en el campo, el pan amado,
nadie es dueño de nada.
Ella se levanta y maldice y camina por el pasillo y dice: \"todo, todo, desde el principio hasta el final una malinterpretación\"
La oigo y es una nota musical, una flor del desencanto
me hace creer que estoy viviendo en una realidad alternativa una vida paralela. Aborrecido de lo común salgo a buscar un veneno amigable
voy a pronunciar las palabras de amor.

***

Navíos orquestados fuentes detestables de placer.
Tu que sólo eres una joven ebria y vagas con tu amoroso cuerpo en la imaginación nocturna de hombrías bestias, cuadrados bípedos que te ven bailar.
Tu que puedes conseguir a cualquiera de todos tan sólo pidiéndolo.
Quisiste ser la ídola de los comisarios desagradables con la idea de saquear al humor, y abandonar de lecho en lecho eso que el gentío abismado dice que es amor.
Tu, que eres la razón de los desastres morales dentro de mentes obtusas
dime que hago yo,
con toda esta oscuridad.
Y más que hago con mi hambre
si no mastico cuerpos,
tampoco flores
mastico sangre,
y me cuelgo de los mástiles,
soy un martirio,
tengo un cuchillo
empiezo a aullar.
Que hago con la salvaje e insostenible idea del amor.
Mi día de laberintos tu cuerpo sobre el recinto el día que va cayendo los cuerpos y las figuras derritiéndose.
Nada quedará de este juego tímido, ambos lo sabemos, ambos escapamos de esta última confesión
mujer adornada de oleajes femeninos, te veo,
nos estamos viendo y nos dejamos de ver,
todos nos estamos yendo;
besa el territorio joven,
nuestro tren está por llegar.