La muerte no tiene recato
te hace un guiño desdeñoso
ardid para clavarte su arpón
en la próxima esquina.
En vida es delectosa
en muerte es lecho tendido expectante.
No importan sus merodeos
siempre te encuentra.
La muerte es finta de vida malgastada
si una luna creciente aconteciera
la noche de mi muerte
no dudaría en cederle mi brazo
y partir sereno.