(Nueva York, Junio 2018)
Cifras sin techo de la Calle Muro
Pizza italiana de un horno de ladrillo
Birras alemanas de algún bar irlandés
Brisas al oeste mueven la bandera
de un restaurante oriental…
en el norte de Manhattan.
Welcome to New York
dijo el viento.
Consigo trajo el sucio lamento,
el sudor y los oxidados remedios
de aquellos inmigrantes sin medios
para reclamar algo que es de todos.
Bienvenido, si habla español,
dijo el suelo.
Yo sólo veía lo grisáceo
el escaso espacio y
el burlón excedente,
de todo lo demás.
Las naciones de nueve manzanas
Harlem estrenando melodías,
que iban desde Jazz hasta Hip Hop
El hípster de Brooklyn
amando a la stripper del Bronx
El colombiano de Queens
¿bailando bachata?
El judío y sus extrañas coletas,
las quejas decorosas en el tren;
tren, Subway, tren…
el vaivén de los estudiantes
en cada parada,
el vaivén de los amantes
en cada vagón.
Welcome to New York
dijeron los rieles.
Yo sólo veía el sucio del Hudson,
el olor a sal de los veranos,
la cultura embotellada,
la música callejera a limosnas,
y las paletas de colores
de Central Park.
Bienvenido a Nueva York
me dije a mi mismo.
Ámala y ódiala
Nunca escaparás
de la brumosa,
de la mugrosa,
¿de la hermosa?
Nueva York.