Creamos nuestro propio mundo a nuestro libre alberdrío.
Nuestra conciencia nos guía por el camino luminoso
de las letras que son felices cuando nacen.
Ellas están a nuestro servicio y son fieles servidoras.
Con cada palabra se renueva la belleza de nuestra creación.
Somos carne viviente y como el Pensador de Rodin actuamos,pero
en realidad , según sea nuestra verdad, y hacemos esculpiendo la palabra.
Si escribes ,poeta, te felicito porque estamos unidos a una cadena de amor.
Por eso escribo yo: Viva la poesía con amor.