Soy fuego que arde en lo más profundo del deseo,
del anelo de querer sentir tus uñas razgando mi carne
De la necesidad de que me tomes con tus ganas locas,
Me enciendas e incineres hasta el último hueso de mi cuerpo.
Soy llama que quema mis partes prohibidas
y me vuelven lava que baña y calienta mi piel.
Un fuego que me convierte en un volcan en erupción,
donde mis gritos y jadeos son piedras fugaces que salen desde lo más profundo de mí hasta derretirse en tí.
Soy ganas de fundirme en tí,
en el vaiven de nuestros cuerpos desnudos,
en el sentir de tu miembro erecto explorando y explotando una lluvia de estrellas dentro de mi deseo.
Son tus manos que me tocan,
me acarician,
me penetran,
me hacen gemir tu nombre al borde del avismo,
para que saborees el nectar de mis partes prohibidas.
Soy fuego que arde en noches, al contacto de tu piel desnuda. Una y otra vez...
para quedar en un mar de cenizas en cada amanecer.