Julio César Santana

Yo también

Yo también…

Yo también crecí y no maduré

y el tiempo se burló de mi perplejo

Fui el bosquejo borroso

que dibujó un alma peregrina

y que nunca terminó porque perdió

el interés.

 

Yo también…

Yo también me desnudé sin previo aviso,

sin permiso, de sorpresa regalada

Y así, sin nada, me dio frío

 y el alma peregrina no ofreció abrigo

sino que me admiró

renegó

y se fue.

 

Yo también…

Yo también fui un coloso de la mentira

y por venganza a mí mismo e ira

repetí, vez y vez y al revés,

el mismo error en sets de trés

hasta caer en un pozo infinito.

 

Yo también…

Yo también luché a pulso

y mil veces gané el concurso

del que más se indignaba

Y en el proceso aprendí

que Injusticia, Traición y Muerte

se escriben en mayúscula

y con los ojos cerrados.

 

Yo también…

Yo también me di cuenta, aunque tarde,

que al igual que usted,

maldita de día y musa de noche,

soy cobarde, fatalista y helado;

obstinado, rencoroso, atrincherado

y maldito… y maldito.

 

Usted también…

¿Usted también se siente igual?

¡Ah menos mal!

Tome mi mano así tal cual

Admiremos nuestro miedo oxigenado

privémoslo de aire

y vamos a lanzarnos.