Yo también…
Yo también crecí y no maduré
y el tiempo se burló de mi perplejo
Fui el bosquejo borroso
que dibujó un alma peregrina
y que nunca terminó porque perdió
el interés.
Yo también…
Yo también me desnudé sin previo aviso,
sin permiso, de sorpresa regalada
Y así, sin nada, me dio frío
y el alma peregrina no ofreció abrigo
sino que me admiró
renegó
y se fue.
Yo también…
Yo también fui un coloso de la mentira
y por venganza a mí mismo e ira
repetí, vez y vez y al revés,
el mismo error en sets de trés
hasta caer en un pozo infinito.
Yo también…
Yo también luché a pulso
y mil veces gané el concurso
del que más se indignaba
Y en el proceso aprendí
que Injusticia, Traición y Muerte
se escriben en mayúscula
y con los ojos cerrados.
Yo también…
Yo también me di cuenta, aunque tarde,
que al igual que usted,
maldita de día y musa de noche,
soy cobarde, fatalista y helado;
obstinado, rencoroso, atrincherado
y maldito… y maldito.
Usted también…
¿Usted también se siente igual?
¡Ah menos mal!
Tome mi mano así tal cual
Admiremos nuestro miedo oxigenado
privémoslo de aire
y vamos a lanzarnos.