Tengo en el centro de mi cuerpo , una alameda de sombras frescas, tengo en mi pecho dos velas encendidas y apagadas con mis fuego y mis tristezas, tengo una canción incompleta de palabras juntas, de notas insonoras, quisiera que el sol despertara en mi alameda , y que el viento de donde quisiera , de afuera apagara y encendiera mis velas. La mano cálida en mi pecho uniera las notas deslavazadas , de la canción olvidada , a través de los días navegados al pairo en tristes madrugadas.