Mujer hecha de sedas, tules y amor
Tu santo arrojo se llamó libertad.
Alegre ibas con tu bandera tricolor.
Venezuela te llamó el conquistador,
que fascinado se quedó por tu bondad.
La belleza de tu suelo apresó su amor
y a sus hijos, has de mirar con bondad.
¡Hoy la lucha ácrata es con los tiranos
que, hieren a muerte, a sus hermanos!