Las lanchas que pasan
solo cada tanto
rompen el silencio
estando a tu lado.
La vida se para,
se mueve muy poco,
solo cocinando,
leyendo algún libro
o escribiendo rimas
sin drama ni espanto.
Gozo tu presencia,
tus broncas, tus brazos,
tus besos tranquilos,
tu cuerpo a mi lado,
tu ayuda espontánea
que ofrecés temprano,
tu mente corriendo
contra el tiempo amargo
que quiere apurarte
sin que le hagas caso
para que descanses
de tanto trabajo
y que te jubiles
aunque con regaño.
Vemos a la luna
saliendo en la noche
con manto rojizo
y enorme tamaño
sobre el horizonte
de bosques muy amplios.
También las auroras
del sol de verano
con brillo arrogante
de rey del palacio.
Es casi aburrida
la vida que paso
por las 2 semanas
cuando escribo tanto
sin pie ni cabeza,
ni prisa ni llanto,
pero me divierte
el mostrar mi canto.