La amistad
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Quizá podría ser la luz del día
que asoma en la ventana lentamente,
o, tal vez una estrella incandescente
que tiene su esplendor en noche fría.
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Podría ser la brisa en su ambrosía
filtrándose en las caras de la gente,
un cielo inmaculado y sugerente
o, un raudal de color y fantasía.
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Pero soy mucho más de lo descrito,
soy la suave tibieza de la mano
que llega más allá del infinito.
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Soy el preciado afecto más cercano,
la firma donde nada queda escrito,
la etérea amistad del ser humano.