SOBRE EL ROSTRO CAMINA
Una lágrima brota,
de la incipiente vida.
Presagio de dolores,
y de futuras dichas.
En el rostro acunado,
entre tiernas caricias,
la transparente piel,
su levedad refleja.
Sus rasgos se adivinan.
Un susurro de sueño,
una canción cautiva.
Sensaciones despiertas,
en el aire dormidas.
Como un soplo de vida,
encerrado en la muerte.
Que quiere ser suspiro,
para sentirse ausente.
Cada instante es preciso,
como una simple nota.
Un sutil sentimiento,
que en el momento aflora.
Ráfagas de pasión,
que fenecen y asoman,
en las delgadas líneas,
que la ilusión provoca.
Ojos llenos de sueños,
que por dentro suspiran.
Con la fuerza del tiempo,
apretando hacia arriba.
Las palabras son viento,
que en el viento transitan.
Dando voz a las hojas,
del árbol de la vida.
Que pequeño se queda,
el sutil pensamiento.
Cuando un soplo de tiempo,
en la nada se olvida.
Perfume de las noches,
de promesas cumplidas,
con las sábanas rotas,
de la verdad infringida.
Temores en los labios,
que a medias se prodigan.
Con el miedo flotando,
en su leve rendija.
Y entre las comisuras,
que en un gesto se estiran,
se debate la duda,
en la breve sonrisa.
Una lágrima flota,
en su mar alcalina.
Y en su volar revela,
si es verdad o mentira.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
17/03/2019