Hablame despacio
con tu voz dulce, pausada
con el reposo de cien primaveras
a punto de abrir y después estallar de color.
Hablame despacio
en medio del clamor de la noche
con luces de luciérnagas encendidas,
con mis ojos deslumbrados
en calma apaciguada.
Hablame despacio del amor
de su luz brillante que lo cubre todo
de los instantes tranquilos
que veremos llegar
de la fuerza del espiritu
que reposa feliz
y nos conduce en paz.
18-3-2019