Entre la sombra y la luz,
entre el llanto y la risa,
entre el sueño y la realidad,
entre el amor y el oprobio.
Así corre la vida,
como un mar embravecido
que no se puede contener
en unas manos vacías
que siempre buscan la nada.
Entre el tiempo inventado
por el hombre sin razón,
entre el cielo y la tierra,
entre la piel y los huesos,
así se escribe en el aire
la parábola de la vida.
Se detienen los pasos,
se enmudece el camino,
se detiene el horizonte,
¿Qué existe al final; la vida o la muerte?
Existe la vida, porque eso es lo que hay
entre la vida y la muerte.