Danny McGee

SUSURRO.

Susurro.

Si tú supieras lo que dicen las estrellas cada vez que estás dormida, el silencio de tus labios de una vez se borraría. Se borraría la tristeza que pasó por tu mirada y el negror de las palabras que te hirieron en el alma.

Por el bajo recorrido de tus pasos de doncella, yo te haría abrir las flores de un camino de fragancias. Todo en ti se poblaría de armoniosos tulipanes, de colores tan abiertos como el alba del mañana.

Del color que tus pupilas les robaron a los mares, todo un verso escribiría en las sales de mi llanto. Le daría a cada noche un color inigualable y un respiro de futuros que jamás se terminasen.

Si tú supieras lo que cuentan los astros de la noche, la más bella primavera rimaría con mis versos. Te daría la ancha luna que en silencio me acompaña y el rumor de cada viento que se toma de mis sueños.

Por ti serían las flores lo que nunca fueron antes: hermosas, piadosas y, en esencia, bien radiantes. Te diría que en la noche puedo ver los tulipanes y el aroma de tu nombre en mis lágrimas fugaces.