El DIOS JUVENIL

HORMONAS Y FILOSOFÍA CUÁNTICA

\"Mi amiga S. y yo no creemos en el amor sin condiciones.
Nosotros sabemos, o creemos saber, que el amor entre el gentío es fugaz. No sé porque, tampoco sé si está bien o está mal, pero dejamos vacíos echados cuando la chispa ya no se siente dentro.
Yo le digo a ella \"no tenes corazón\" ella simplemente ríe, ríe y me hace reír. Quizás seamos un equipo maldito, porque desordenamos todo a nuestro paso pero nunca nos hacemos mal entre nosotros. Yo siempre vuelvo con decadencia y ella me habla, me pregunta por qué esa cara, y yo me siento fatal pero tierno, su forma de hacer el mal sin daños físicos ni verbales me hace sentir protegido, a mí, que yo no siento nada de nada de nada; y que puedo vivir solo, solitario cien años.
Nunca entregamos nuestro corazón a nadie, pasamos noches entusiasmados hablando de metafísica y de pasión infernal, ambos temas disienten y ahí se encuentra la broma ¿pero está mal? Si nadie nos mantiene, nos sustentamos de nuestro propio esfuerzo sacrificando nuestro propio tiempo y antes de morder avisamos \"yo nunca me doy, es que no me puedo dar, soy pura pasión, no amo a las responsabilidades\" igualmente siempre se meten, hacen estragos ellos solos, quizás seamos magnéticos, no importa, la cuestión es que vivimos de lo que hacemos y no dañamos a nadie, no dejamos de respetar a nadie, respetamos hasta el que mata, lo respetamos todo. Todas las realidades. Por eso me desvirtúo, y me desmoralizo, mi Dios, éste Dios que no es nada de ideas, ningún tipo de juicio, me trasmite reglas atroces: como que todo empieza y termina por mí. Y ante esas cosas, solo puedo hacerme el desquiciado.
Nos llevamos bien, nos abrazamos, escuchamos música y fumamos hierbas todo el día, yo me rasco un poco y me dirijo a comprar cervezas para pasar la noche, hago de mi vida un eterno rito\".