Como teje su red el pescador
voy tejiendo mi dicha cada día,
y aunque a veces la rompa algún dolor
una voz dice al corazón ¡porfía!
Una voz dice al corazón ¡porfía!
imitando al paciente pescador;
él encuentra tejiendo en cada día
esa dicha que anhela el corazón.
Esa dicha que anhela el corazón
es posible encontrarla cada día
tejiendo como lo hace el pescador.
¡Si con hilos de azules lejanías
fue formando su red de soñador,
también yo puedo terminar la mía!